Carmen Blanco, Todo de mí

Por tanto esta obra se presenta ante la lectora o lector, como un lente óptico del microscopio, para mirar con otro enfoque, no microbios o microorganismos, sino la vida misma a través de los poemas, con sus alegrías y tristezas, con sus amores y desamores, pero repletos de sensibilidad y humanidad, pues así es ella.

 

Con los buenos deseos de antemano, que todas aquellas y aquellos que logren disfrutar el libro, vean reflejadas sus alegrías, que comprendan cada línea lo menos posible, incluso cuando la tristeza y el desamor sean el común denominador del mensaje, pero en mayor medida cuando prime la alegría y el amor. Confío, además, que al concluir la lectura todas y todos hayan logrado reanimar, revivir ese niño que alguna vez fueron y olviden que crecieron, miren al firmamento y logren ver sus formas, pues seguro estoy, sentirán la infinita alegría que únicamente se siente al ser solo eso, un niño.

 

Un ejemplo:

La noche quieta
se transforma
Mi cama revuelta
te recuerda
En mí
tu nombre es cascada de
suave brisa que pernota
Herida,
lamento gris,
mañanita de luceros y
cuento incompleto
Volviste de la muerte
para ser poema
tristeza…
o un alegre
canto de
sobrevivencia.

 

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